yo me echaría en tu sueño, viaje sideral. Marea Roja Teníamos que llegar antes del medio día. Corrimos agarrados de las manos, subimos por lomas, y entre matorrales divisamos un breñero alto. Nos aventuramos a subirlo abrazados, a toda carrera. Se te clavaron cachitos en los pies a pesar del zapato. Mi llanto y su risa por mi inutilidad. Llegamos y recibís el premio por la aventura: chuparte las heridas para curarlas. Risas. Pobrecito... Es tan débil e imprescindible. Para vengarme de tus palabras te aviento contra el lodo y te me pegás de la camisa, aterrizamos al otro lado del monte, entre el fango. Desde aquí se puede ver el potrero desierto, el guanacastón al fondo y en su base un pantano de estiércol adornado con hongos. Mirá, ¿te gusta la combinación de colores? Sí. Pero me resulta más interesante éste cielo algodonoso o aquella selvita de Morales. Vos sí que estás loca, la neblina te...
El espacio en la red de María del Carmen Pérez Cuadra.